En el blanco y negro, descartando los colores, solo nos quedan luces y sombras. Ambas son el elemento con el que vamos a jugar en nuestra fotografía. Un uso inteligente de la luz y la sombra, nos ayudará a crear una fotografía interesante y atrayente.
Alexánder Rodchenko Stairway - 1930 |
Francesc Catalá Roca Gran Vía de Madrid - 1953 |
Nuestra fotografía debe buscar el juego de las luces y las sombras. No podemos conformarnos con sacar lo que cualquiera puede ver, se trata de plasmar lo que se le escapa a la mayoría.
Debemos saber que las zonas con más luz son las primeras que atraen nuestra atención, y las de sombra las que más pasan desapercibidas. Sabiendo esto, debemos atraer con luz sobre lo que queramos que sea el sujeto principal, ya sea por que lo ilumina directamente, o porque lo siluetea a contraluz.
Cuando hagamos el procesado en el ordenador, debemos dar mayor realce a lo que nos interesa, con la iluminación de luces y el oscurecimiento de sombras. Este aumento de contraste nos puede ayudar en muchas ocasiones a remarcar más el mensaje de luces y sombras.
Para las fotografías en blanco y negro debemos también tener en cuenta el color, puesto que dispararemos en color, y veremos en color. Debemos acostumbrarnos a saber qué colores van a quedar como oscuros, qué colores como grises y qué colores como tonos claros, antes de hacer una fotografía. Es cierto que luego podremos variarlos, pero solo en parte, ya que de lo contrario podríamos perder calidad en esos tonos si los modificamos en extremo al pasar a blanco y negro.
Acostumbrarse a 'ver' en blanco y negro es una tarea que requiere de mucha práctica.
Recordemos también que un sujeto principal oscuro sobre un fondo oscuro o viceversa, no destacará, con lo que perderemos expresividad y fuerza en el mensaje final. Tenemos que estar muy atentos a qué tenemos en el fondo de lo que queremos fotografiar, porque sino, podemos llevarnos desagradables sorpresas.
También se usan los tonos oscuros para el drama y las luces para la esperanza o la alegría. Debemos contar con ello en nuestra fotografía.
En definitiva, las luces y las sombras son el ingrediente que, bien concebido, dan la vida a una fotografía.
Debemos saber que las zonas con más luz son las primeras que atraen nuestra atención, y las de sombra las que más pasan desapercibidas. Sabiendo esto, debemos atraer con luz sobre lo que queramos que sea el sujeto principal, ya sea por que lo ilumina directamente, o porque lo siluetea a contraluz.
Cuando hagamos el procesado en el ordenador, debemos dar mayor realce a lo que nos interesa, con la iluminación de luces y el oscurecimiento de sombras. Este aumento de contraste nos puede ayudar en muchas ocasiones a remarcar más el mensaje de luces y sombras.
Para las fotografías en blanco y negro debemos también tener en cuenta el color, puesto que dispararemos en color, y veremos en color. Debemos acostumbrarnos a saber qué colores van a quedar como oscuros, qué colores como grises y qué colores como tonos claros, antes de hacer una fotografía. Es cierto que luego podremos variarlos, pero solo en parte, ya que de lo contrario podríamos perder calidad en esos tonos si los modificamos en extremo al pasar a blanco y negro.
Acostumbrarse a 'ver' en blanco y negro es una tarea que requiere de mucha práctica.
Recordemos también que un sujeto principal oscuro sobre un fondo oscuro o viceversa, no destacará, con lo que perderemos expresividad y fuerza en el mensaje final. Tenemos que estar muy atentos a qué tenemos en el fondo de lo que queremos fotografiar, porque sino, podemos llevarnos desagradables sorpresas.
También se usan los tonos oscuros para el drama y las luces para la esperanza o la alegría. Debemos contar con ello en nuestra fotografía.
En definitiva, las luces y las sombras son el ingrediente que, bien concebido, dan la vida a una fotografía.
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